Recomendación


No se recomienda hacer mediciones rutinarias de sustancias químicas ambientales en la sangre u orina de una persona para tomar decisiones clínicas, con la excepción de ciertos metales pesados (por ejemplo, el plomo).


Choosing Wisely®    (American Academy of Pediatrics Council on Environmental Health)


Es prácticamente imposible que las personas no entren en contacto con cientos de sustancias químicas cada día, ya sea en los alimentos, el aire, el agua, el suelo, el polvo o los productos que utilizamos. Y es aún más difícil que la gente sepa si esas sustancias químicas son perjudiciales para su salud o no. La presencia no es sinónimo de toxicidad. La medición de una sustancia química ambiental en la sangre u orina de una persona no significa por sí misma que esa sustancia química cause una enfermedad. Los avances en los métodos analíticos nos permiten medir niveles bajos de sustancias químicas ambientales en las personas, pero es necesario realizar estudios independientes sobre los distintos niveles de exposición y los efectos en la salud para determinar si esos niveles en sangre u orina provocan enfermedades. Estos estudios también deben tener en cuenta otros factores, como la duración de la exposición. En el caso de algunas sustancias químicas ambientales, como el plomo, los estudios de investigación nos han permitido conocer bien los riesgos para la salud asociados a diferentes niveles de plomo en sangre. En el caso de muchas sustancias químicas ambientales (por ejemplo, los ftalatos y los policlorobifenilos) se necesita más investigación para evaluar los riesgos para la salud de los distintos niveles en sangre u orina. Por tanto, el hecho de que se detecte la presencia de una sustancia química en el organismo no significa que se vaya a producir un daño.


Idioma:

Inglés

Especialidad:

Bioquímica/análisis clínicos

Año Publicación:

2021

Tipo de Intervención:

Diagnóstica (Laboratorio)

Tipo de Recomendación:

Bajo valor

Fuente:

Enlace a la recomendación en la página web de la iniciativa