La bacteriuria asintomática no debe tratarse sistemáticamente con antibióticos, excepto en mujeres embarazadas y otros casos muy concretos.
Essencial: Afegint valor a la pràctica clínica [Essencial: Adding value to the clinical practice] (Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS))
La bacteriuria asintomática se define como un crecimiento de más de 100.000 UFC / mL de uropatógenos en un cultivo de orina de un paciente sin síntomas de infección urinaria. En general, para establecer el diagnóstico, se pide la existencia de dos urinocultivos consecutivos con el mismo microorganismo. La existencia de bacteriuria asintomática aumenta la probabilidad de padecer una infección urinaria sintomática (0,2 hasta 0,9 por 1.000 pacientes y día): en general en forma de cistitis, muy pocas veces en forma de pielonefritis aguda y de manera excepcional con bacteriemia. La bacteriuria asintomática es más frecuente en la mujer (1% -5%) y en ciertos colectivos como pacientes con sonda vesical (100% en sonda permanente) y personas ingresadas en centros sociosanitarios (10% -50%), y aumenta con la edad (15% en mayores de 75 años). Su tratamiento con antibióticos puede disminuir la incidencia de infección sintomática durante los primeros meses, pero a la larga la aumenta. Hay evidencia proveniente de estudios con un seguimiento de los pacientes de más de diez años que demuestra que la bacteriuria asintomática mantenida no es causa de deterioro de la función renal. Además, la bacteriuria asintomática se resuelve muchas veces de forma espontánea.
Frecuentemente, en la práctica clínica diaria, se realizan urinocultivos rutinarios sin una sospecha clara de infección urinaria, y se encuentran, por lo tanto, casos de crecimiento bacteriano (bacteriuria) que no corresponden a una infección real del aparato urinario (asintomática). Existe la tendencia a tratar a estos pacientes con la intención de evitar posibles complicaciones posteriores.
Cabe mencionar, sin embargo, que la evidencia científica existente no apoya el inicio del tratamiento antibiótico de la bacteriuria asintomática de forma sistemática. Por ejemplo, todos los pacientes portadores de sonda urinaria permanente presentan bacteriuria después de un mes de su inserción. Con el tratamiento antibiótico, como mucho, ésta se puede resolver puntualmente, pero todos los pacientes vuelven a recaer, no modificando por tanto su evolución final. Además, esto conlleva la selección de cepas resistentes que a la larga dificultan mucho el tratamiento de los episodios sintomáticos. En el caso de mujeres con diabetes, se ha demostrado que el tratamiento de la bacteriuria asintomática no varía la incidencia de infección urinaria sintomática, ni de hospitalización por infección urinaria u otras causas. Y aunque no hay estudios aleatorizados en hombres diabéticos, tampoco se recomienda el tratamiento sistemático de estos pacientes. Del mismo modo, los estudios con pacientes mayores o con lesión medular con bacteriuria asintomática, no han demostrado ninguna mejora relevante en el grupo de los tratados en relación con los no tratados con antibióticos. No hay una recomendación clara en pacientes con neutropenia y con trasplantados renales, aunque se puede considerar en los seis primeros meses posteriores al trasplante.
Las guías de práctica clínica actuales desaconsejan el tratamiento de la bacteriuria asintomática en la población general, fuera de casos muy concretos : mujeres embarazadas (ya que su presencia aumenta el riesgo de sufrir una pielonefritis aguda durante el tercer trimestre de embarazo con un claro empeoramiento de la morbilidad - mortalidad materno-fetal), pacientes que deben someterse a cirugía prostática o manipulación urinaria con riesgo de sangrado de la mucosa (no en el recambio de sonda vesical), previamente a cirugía de cadera o fusión espinal lumbar y niños con reflujo vesicoureteral moderado- severo. Por tanto, sólo en estos casos está indicado pedir un urocultivo al paciente sin síntomas de infección urinaria, con la intención de detectar la presencia de bacteriuria y tratarla. En el resto de la población, incluyendo mujeres no embarazadas, mujeres diabéticas, personas mayores, pacientes con lesión medular y pacientes con
Idioma:
Español
Especialidad:
Geriatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, Urología
Año Publicación:
2014
Tipo de Intervención:
Farmacológica (no antineoplásicos)
Tipo de Recomendación:
Bajo valor
Fuente:
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